Una buena manera de garantizar la seguridad de nuestra tarjeta es prevenir tanto el robo de datos como el de la propia tarjeta física.
Cuando hablamos de robo de tarjeta de crédito es natural que la primera idea que acuda a nosotros es la de la sustracción física de tarjetas, pero curiosamente dentro del crecimiento de este tipo de delitos la sustracción no es ni de lejos el que más ha aumentado. El robo de datos de las tarjetas de crédito ha crecido de manera espectacular y se hace necesario conocer todos los recursos posibles para prevenirlo.
Los datos son abrumadores, a comienzos del presente siglo los fraudes con tarjeta de crédito aumentaban un 80% con respecto a la década de los 90 del pasado siglo, para seguir año tras año aumentando y convertirse en uno de los delitos con mayor tasa de crecimiento a nivel global, algo a lo que por supuesto no es ajeno nuestro país.
Cómo me pueden robar los datos de mi tarjeta?
Desafortunadamente hay muchos caminos por los que estos datos de las tarjetas de crédito pueden caer en manos de los delincuentes, los más habituales podrían ser estos
- Falsos lectores instalados en cajeros o sistemas de pago que duplican los datos de la tarjeta
- Uso de la tarjeta en sitios no seguros de internet
- Acceso a información sensible (datos de cuentas, datos de tarjeta y PIN) a través de la red o medios diversos
De los tres el que más relevancia ha cobrado es el segundo, sin embargo no debemos obviar otras cuestiones como la vulneración de la seguridad de sitios confiables, a las que a veces no damos importancia más allá de su carácter de noticia, y que sin embargo puede suponer una perdida enorme de datos en favor de los delincuentes.
Prevenir antes del robo de datos en tarjetas de crédito
Así como la sustracción física de una tarjeta es más compleja para la prevención, aunque existen medidas de seguridad por supuesto, cara al robo de datos de la tarjeta existen medidas de prevención suficientes que, aunque no eviten al 100% nuestra exposición a este delito, reducen mucho las posibilidades de que nos ocurra.
- En la contratación retira la tarjeta de la propia entidad bancaria, no la solicites a domicilio
- Firma la tarjeta nada más recibirla, se suele no realizar esta firma y sin embargo es importante
- Utiliza números PIN no relacionados con cuestiones como edades familiares, fechas especiales, nombres, acronimos familiares…
- No utilices tu tarjeta principal para compras en la red, existen alternativas sencillas como las tarjetas virtuales o servicios de pago seguros
- Revisa los cajeros automáticos si te dan alguna mala sensación, avisa a la entidad inmediatamente si encuentras algo raro. Generalmente las maquinas que tratan de duplicar las tarjetas no tienen un comportamiento mecánico igual al tragar el plástico. Del mismo modo si encuentras cámaras o sospechas de ellas dónde no debieran estar avisa a la entidad
- Si realizas pagos offline con tu tarjeta no permitas que esta se pierda de vista, reclama si es necesario que el pago se realice delante de ti
- No es recomendable realizar pagos vía teléfono con las tarjetas, es mejor el uso de las tarjetas virtuales, en cualquier caso, de realizarse, solo hacerlo con sitios confiables donde de inmediato nos de copia vía mail del pago realizado.
- Revisa a fondo los extractos de tu tarjeta, si es posible guarda y asocia los tickets de compra y pagos, cualquier anomalía debe ser comunicada inmediatamente a la entidad
En caso de robo de datos o de la tarjeta
En primer lugar debemos denunciar el hecho, comunicar rápidamente la pérdida o robo de la misma a la entidad emisora, tal y como establece la ley, hace que la responsabilidad máxima del usuario quede limitada a una cantidad baja (150 €). Automáticamente se genera un bloqueo sobre la tarjeta y el acceso a nuestros recursos, es importante, por si se debieran dar reclamaciones futuras, obtener algun justificante o apunte del momento en que se ha comunicado el hecho.
En segundo lugar procede realizar la denuncia pertinente a las autoridades que deberá aportar el máximo de datos que podamos añadir.
Por último, tras comprobar los posibles daños en nuestra cuenta, si es que se han dado, es conveniente redactar y dirigir a la entidad una carta con todos los datos anteriores, momento de la denuncia, copia de la denuncia policial, apuntes de operaciones fraudulentas…