Por qué es importante el código CVV

En una época en la que todo se encuentra tan digitalizado y el robo de datos a través de estafas en internet es algo que se encuentra a la orden del día, la seguridad es un factor clave en todas nuestras operaciones bancarias. 

TARJETAS DE CREDITO

El robo de datos mediante fraudes a través de la red, es algo que sucede constantemente cada día, y por desgracia no son pocos los usuarios que caen en este tipo de engaños. Desde SMS que nos instan a entrar en enlaces, correos electrónicos supuestamente de nuestra entidad que nos piden que rellenemos datos personales o páginas de acceso falsas, son sólo alguno de los ejemplos de estafa más comunes en los que suelen caer los usuarios.

La importancia del código CVV

Por lo tanto, la seguridad es un factor clave e indiscutible que no debe faltar en absolutamente ninguna de nuestras operaciones financieras, bien sea dentro como fuera de la red. En nuestras tarjetas de crédito, un método de pago cada vez más utilizado actualmente, nos encontramos con diversos métodos para evitar el robo de identidad o cualquier tipo de vulnerabilidad hacia nuestros plásticos. El que sin duda alguna todos conocemos, es el código de seguridad, denominado CVV.

Se llama así por su traducción del inglés, que es Card Verification Value, y como todos sabemos se trata de una serie de números que utilizamos para validar nuestras compras, ya sea a través de internet o en cualquier comercio físico. Se trata de un código de números muy corto, normalmente no suele pasar de los 3 o 4 dígitos, y cabe destacar que no es exclusivo de las tarjetas de crédito, sino que podemos encontrarlo también en las tarjetas de débito o incluso en las de prepago.

 La finalidad del CVV es incrementar el nivel de seguridad de nuestro plástico para evitar que cualquier otra persona pueda hacer uso de la tarjeta ilegalmente. Además, es importante tener en cuenta que nos vamos a encontrar este tipo de código de diferentes maneras, dependiendo de la operación que vayamos a realizar. Por ejemplo, si pagamos en un comercio físico, tendremos que introducir los 3 o 4 dígitos en el lector de tarjetas para completar la compra. Sin embargo, si realizamos una compra online, normalmente este dígito se va a encontrar en la parte trasera de la tarjeta, y serán los 3 últimos números que figuren en ella.

El CVV se usa, como ya hemos dicho, con el principal objetivo de mantener segura nuestra operación, de forma que solamente nosotros la podremos confirmar por medio de la introducción de esa serie de dígitos. Ya que por ejemplo, si nos llegasen a robar nuestra tarjeta de crédito, no podrían llegar a completar ninguna operación sin saber el CVV de la tarjeta. De todas formas, ante la más mínima sospecha de robo o desaparición de nuestros plásticos, es vital acudir a nuestra entidad y solicitar el bloqueo de los mismos para evitar que se realicen operaciones fraudulentas con ellos.

Aunque no se trata de un método de seguridad 100% infalible, es uno de los más efectivos para evitar el robo de identidad y por ende, de nuestro dinero.