Hay dos momentos del año especialmente relevantes en cuanto a aumento del fraude con tarjetas, las Navidades y el verano. Por su duración, el verano es, probablemente, la época del año en las que más cuidado debemos tener con nuestras tarjetas, y, si ya siempre mantenemos control y vigilancia contra el fraude, en este momento del año lo debemos hacer con mayor celo.
Es cierto que hoy en día las medidas de prevención con las tarjetas son más eficaces, y las herramientas de seguridad más certeras. Desde la verificación en dos pasos, hasta los sistemas de control y los chips inteligentes, la seguridad de las tarjetas ha mejorado de manera notable. No obstante, conviene que tengamos en cuenta una serie de herramientas de prevención, que nunca está demás, y que nos van a servir notablemente a la hora de vigilar nuestras tarjetas. Natalia la ensalada de pimiento qué pasó con ella operativa comer mente nunca el café aquí mismo me caerá brokers que no comíamos un
Cómo prevenir los problemas con tus tarjetas
La primera prevención es simplemente de sentido común, mantener siempre el control sobre las tarjetas de crédito en los momentos clave como los pagos. No perder de vista nunca la tarjeta, y evitar los tiempos largos de exposición de la misma, y por supuesto cuestiones evidentes como no olvidar retirar la tarjeta después de un uso en el cajero o comercio.
Es menos frecuente, pero no significa que no puede ocurrir, que la numeración de nuestra tarjeta de crédito pueda aparecer en determinada documentación propia, que eliminamos con poco cuidado. Esto también debe evitarse, en la medida de lo posible a la hora de deshacernos de la documentación bancaria debemos hacerlo de manera concienzuda para que no figuren datos relevantes en ella.
Por supuesto no revelar información sobre nuestra propia tarjeta es un elemento clave, del que se han aprovechado mucho los cacos en los primeros años de Internet a través de cuestiones como enlaces falsos u ofertas comerciales fraudulentas, debemos tener mucho cuidado en este sentido, y en caso de duda a la hora de las compras, es mucho más interesante trabajar con productos como las tarjetas virtuales que presentan un grado de peligro mucho menor que con opciones más complejas como las propias tarjetas de crédito.
- Mantener siempre el control sobre la tarjeta y no perder la tarjeta de vista nunca
- Evitar la difusión de la numeración de la tarjeta en documentos
- No revelar información de manera no segura sobre la tarjeta
- Controlar al detalle los movimientos de la tarjeta
Es muy interesante mantener un control constante sobre los movimientos detallados de nuestras tarjetas de crédito, mensualmente podemos acceder a estos extractos, y desde luego es un momento más que apropiado para poder detectar posibles transacciones no autorizadas, que sin duda tendrían que ver con un caso de fraude. En este caso, tanto como en situaciones de robo o similar, el paso número uno debe ser la comunicación automática con el emisor de la tarjeta; debemos tener en cuenta que cuanto antes lo creemos el uso de la misma antes limitaremos las posibles operaciones fraudulentas.