Ya se sabía de antemano que tras la fusión entre CaixaBank y Bankia muchos productos financieros de esta última se verían modificados. De hecho, a lo largo de los meses ya hemos ido conociendo alguno de ellos. Un caso particular es el de la sustitución de la tarjeta de débito gratuita con la que se contaban Bankia por un producto nuevo para los clientes que provienen de esta entidad.
En concreto la tarjeta que viene a sustituir a la tarjeta de débito gratuita se denomina MyCard y es un modelo de tarjeta híbrida en la que, como veremos, tiene algunas características de las tarjetas de crédito, pero también de las tarjetas de débito. Por tanto, es un cambio notable respecto a la tarjeta de débito tradicional y gratuita a la que venía acostumbrado el cliente de Bankia.
Cómo es la tarjeta MyCard
Para empezar, nos centramos en la modalidad de pago. Es una tarjeta que permite el pago a final de mes de lo dispuesto y sin aplicar intereses. Por tanto, tiene un periodo de vigencia (del día 22 de un mes al día 21 del siguiente) y una fecha de cargo de lo dispuesto, el día uno de cada mes.
La diferencia fundamental con una tarjeta de crédito tradicional, y lo que lo convierte en un híbrido, es la posibilidad de modificar la fórmula de pago. De esta manera, la tarjeta permite, en lugar del pago mensual, ajustar a un modelo de pago en el que se liquida cada compra, de manera individual, y 48 horas después de efectuada la compra. De esta manera, aun siendo un producto de crédito, realmente se comporta de manera similar a una tarjeta de débito.
La ventaja, respecto a una tarjeta de débito tradicional, es que, si se agota el saldo a crédito, es posible continuar, hasta un límite máximo de 3000 €, cuando la cuenta asociada dispone de saldo suficiente para el pago del crédito dispuesto y del extra que se va a disponer. Dicho de otro modo, se comportaría como una tarjeta de débito en la que podemos disponer del saldo de nuestra cuenta asociada. Aunque en este caso con la limitación máxima de los 3000 € más el crédito inicial.
Tanto el pago mensual como el pago aplazado cada dos días no presenta intereses. La diferencia está en el modelo de gestión de finanzas personales y el impacto que sobre ellas causa el uso de la tarjeta. Pero, además, si es posible utilizar otros modelos de pago aplazado, aunque en este caso si tienen coste. Por un lado, el pago fraccionado, con un tipo de interés del 23%, y el pago aplazado o revolvíng. Cómo suele corresponder a este tipo de productos, son modelos de fraccionamiento o pago aplazado con costes elevados, por lo que hay que tener cuidado con su uso.
En cuanto a los costes, con el límite del mes de octubre de 2021, los clientes que cumplen con el requisito del antiguo programa Por ser tú de Bankia no tendrán que pagar comisión hasta junio de 2022. Si se mantiene la disponibilidad de la tarjeta de débito tradicional, se abonará un coste anual de 36 €. Este coste se abona si no se cumplen los requisitos de vinculación a partir del mes de enero.