La disminución del consumo producto de la crisis que nos afecta, tiene un fuerte impacto en los medios de pago utilizados para la cancelación de las decrecientes compras.
Producto de esta situación en lo que va del año, se han dado de baja más de 1,3 millones de tarjetas. Esta disminución tiene principalmente su origen en que la gente da de baja sus productos de crédito. Al cierre de junio había 75,12 millones de de tarjetas en circulación frente a los 76,40 millones de 2008.
De los 1,28 millones de plásticos que se han cancelado en los primeros seis meses del año, 860.000 eran tarjetas de crédito. Es decir, un 67 por ciento.
Asimismo, el gasto con dinero de plástico descendió tras 9 meses de 2009 un 6,68%.. En total, 22.102 millones de euros cambiaron de manos a través de este medio de pago.
Sin embargo, el número de operaciones se mantiene estable. Esto se debe a que los consumidores se muestran más habituados a recurrir a su tarjeta como medio de pago.
La disminución observada, entonces, no tiene su origen en la disminución del uso de la tarjeta de crédito, que inclusive, entre abril y junio crecieron un 1,65%, de forma que se roza el medio millón de órdenes de pago por trimestre. Sino que se origina en la redución del importe medio de cada transacción. Al cierre del semestre esta se situaba en 44,21 euros por compra. Lejos del máximo de los 52,09 euros que se alcanzaron en 2005.