Las tarjetas de crédito se han convertido en uno de los medios de pago más extendidos, sólo por detrás del uso de dinero en metálico. Esta expansión del dinero de plástico ha venido acompañada de cambios en los modelos de crédito y la forma de operar de las tarjetas, que al principio funcionaban sólo como un sistema de pago aplazado para financiación del consumo. Ahora mismo al contratar una tarjeta de crédito el usuario puede elegir entre varias alternativas para acceder al crédito que tiene a su disposición. Lo que cambia en realidad es la forma de pago. En los dos últimos años han empezado a utilizarse en España las denominadas tarjetas revolving que promueven un pago fijo en las tarjetas de crédito.
En realidad las tarjetas revolving llevan años comercializándose, pero hasta ahora no se habían popularizado en España, aunque sí son más habituales en Estados Unidos y Latinoamérica. Básicamente apuestan por un modelo de pago fijo para las tarjetas de crédito para poder acceder al capital que la entidad emisora pone a disposición del usuario. Es decir, permite el cobro aplazado a cambio del pago de una cantidad fija al mes.
El funcionamiento es relativamente sencillo. El cliente marca una cantidad fija que desea pagar cada mes independientemente de lo que consuma. La cuantía restante se suma a una deuda que se paga como si se tratara de un préstamo pero con tipos de interés que sobrepasan los de crédito tradicional y que pueden variar entre el 15% y el 25% anual en función de la entidad emisora. En el fondo, las tarjetas revolving y todo el sistema de pago fijo con tarjetas de crédito son una fórmula para que al usuario no le falte financiación fácil en ningún momento y pueda vivir por encima de sus posibilidades aunque a unos costes financieros muy elevados.
El usuario es quien establece el pago fijo que desea asumir cada mes y todo lo que se salga de esa cuota mínima pasará a formar parte del préstamo a los mencionados tipos de interés. Si la deuda crece en exceso o si el cliente desea acelerar el pago de esa deuda, puede aumentar la cuantía fija que paga para que el capital pendiente sea menor.