American Express continúa sufriendo en carne propia los estragos de la crisis financiera. Ahora ha anunciado que eliminará un total de 4.000 puestos de trabajo. Esta decisión tiene su justificación en el plan de reestructuración que tiene como objetivo reducir los costes y ahorrar un total de 800 millones de dólares hasta finales de 2009.
De esta manera, recortará el 6% de la plantilla de la compañía, y así tiene previsto el ahorro de 175 millones de dólares aproximadamente en 2009. Además, Amex pretende contraer hasta 500 millones de dólares en gastos provenientes del marketing y el desarrollo empresarial, y otros 125 millones mediante la reducción de viajes y otros servicios profesionales.
El director ejecutivo de AmEx, Kenneth Chenault, ha afirmado que «aunque muchos sectores se han mantenido sólidamente rentables en un momento en el que la industria de las tarjetas de crédito han registrado pérdidas sustanciales, seguimos siendo muy cautos sobre las perspectivas económicas y por ello, debemos trabajar en reducir aún más nuestros costes».
Durante el mes de abril, la entidad emisora de tarjetas de crédito, había lanzado una propuesta novedosa, en la que pagabá 300 dólares (235 euros) a quienes abonen sus deudas con Amex y cancelaran la cuenta.