¿Aplazar las compras con tarjeta de crédito?

 Muchas veces utilizamos como medio para afrontar nuestros gastos nuestras tarjetas de crédito. Sin embargo, ¿Conocemos los costos de su utilización para aplazar el pago de nuestras compras?

APLAZAR LAS COMPRAS

Aplazar compras con tarjeta

La utilización de las tarjetas de crédito, tiene muchas ventajas, tales como la comodidad, la simplicidad, la facilidad de control de nuestros gastos, la posibilidad de no llevar dinero en efectivo, sumar descuentos, aplazar los pagos.

Por otra parte, y en especial, cuando aplazamos los pagos, la utilización de las tarjetas de crédito suele implicar costes, y en muchos casos estos son bastante elevados.

Según un informe del Observatorio de la Financiación Familiar de la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, las entidades cobran un interés superior al 20% anual, en los casos de financiación por pago aplazado con la tarjeta.

Este coste lastra la economía familiar, ya que resulta muy superior al precio del dinero. Es por ello, que corresponde estar informado de estos costes antes de decidir financiar alguna compra importante a largo plazo.

No resulta recomendable prolongar a más de 90 días el plazo de financiación vía tarjetas. Si podemos manejar este tiempo, encontraremos que varias entidades ofrecen la posibilidad de pagar sus compras entre 3 y 12 meses sin intereses, siempre y cuando el importe no supere el límite mensual establecido en el contrato.

Para contrarrestar el efecto de los intereses, se recomienda no utilizar las tarjetas como una disposición de crédito instantáneo, sino sólo como medio de pago a 30 días.

En caso de necesitar una financiación a un plazo mayor, puede que le convenga estudiar la posibilidad de solicitar un préstamo personal, cuyos intereses son algo inferiores, ubicándose entre un 7% y un 11% de media en la mayoría de los casos.

Asimismo, existen algunos casos en que las entidades bancarias ofrecen financiar sus compras sin intereses pero en general no suelen excederse de los 3 meses.

Así, las tarjetas de pago aplazado gratuito es un servicio ofrecido en su mayoría a clientes de la entidad que tengan otros productos contratados, y y tienen el objetivo de incentivar la compra en determinados establecimientos con los que la entidad se agrupa para poder llevar adelante la iniciativa.

El principal incentivo para usar tarjeta de crédito es que brinda la posibilidad de fraccionar el coste del producto adquirido y pagarlo en varios meses, pero lo mas importante es saber hasta donde endeudarse, y no superar nuestra capacidad de endeudamiento para no tener mayores dolores de cabeza.

Tarjetas de credito sin cambiar de banco

APLAZAR LAS COMPRAS CON TARJETAS

Cómo funciona aplazar el pago de las compras

Realmente no existe un único modelo de aplazamiento del pago. Como veremos posteriormente, además del aplazamiento implícito en las tarjetas, existen tarjetas de compra que directamente tienen esta funcionalidad incorporada.

Generalmente, cuando se trata de tarjetas de crédito, éstas nos van a permitir aplazar una o más compras en plazos sin llegar a afectar al resto de pagos realizados. Es decir, los pagos aplazados y los pagos inmediatos se pueden combinar hasta alcanzar el límite de crédito del producto.

Las posibilidades de aplazamiento dependen de las condiciones particulares de cada tarjeta, vamos a encontrar desde aquellas que nos permiten aplazamientos a corto plazo entre dos y 12 meses, hasta las que incorporan posibilidades de aplazamiento hasta 60 meses. Obviamente a mayor plazo mayor aplicación de intereses, y por tanto mayor encarecimiento final de la compra realizada a través de los intereses de la financiación.

Generalmente en una misma tarjeta encontramos diferentes plazos de aplazamiento, aunque los más habituales son los ya citados entre los dos meses y el año.

Hay que reseñar que en algunas tarjetas se puede dar lo que podríamos definir como pequeño plazo de carencia, es decir, no se nos va a exigir la primera amortización hasta pasado un periodo de tiempo que habitualmente es de uno, dos o tres meses. Estos periodos de carencia no suelen acarrear ningún tipo de comisión ni de intereses.

Cómo hacer el aplazamiento

Existen diferentes modelos para poder llevar a cabo un aplazamiento en el pago de las compras en cuanto al lugar y momento donde lo hacemos.

No todas las tarjetas permiten todas las opciones que vamos a revisar a continuación aunque, hoy en día, es cierto que la gran mayoría de tarjetas que permiten aplazamiento si vamos a encontrar prácticamente todas estas opciones.

  • En primer lugar el aplazamiento en la propia oficina que se realiza tras la compra y antes de realizar la liquidación de la tarjeta correspondiente al último día de cada mes o, en su defecto, al plazo de liquidación fijado.
  • Otra opción muy habitual es en el propio comercio o establecimiento donde se realiza la compra a través de los TPV de la entidad, o asociados que permitan esta funcionalidad.
  • Los cajeros automáticos en muchos casos también ofrecen la posibilidad de realizar aplazamiento sobre operaciones realizadas, en este caso sólo sobre operaciones realizadas generalmente.
  • Tanto en las plataformas de banca electrónica como en la banca móvil, hoy en día los aplazamientos de pago en las tarjetas que poseen esta funcionalidad son muy sencillos de realizar y totalmente operativos.

Hay que señalar que en muchas de las tarjetas que permiten pago aplazado de compra, esta operación se puede realizar incluso cuando hemos hecho una compra pagando íntegramente su importe. En este caso debiéramos solicitar el aplazamiento a posteriori sobre la compra realizada, y se reaccionaría inmediatamente la financiación de la misma en los plazos solicitados.

TARJETAS DE PAGO APLAZADO

¿Merece la pena el pago aplazado con tarjeta?

Lo cierto es que el pago aplazado puede ser una herramienta útil pero, a la vez, puede ser un problema latente para nuestra economía doméstica.

Lo primero que siempre debemos saber es el tipo de tarjeta que tenemos. Esto que puede parecer una tontería es realmente básico ya que no todas las tarjetas funcionan del mismo modo a la hora de aplazar pagos.

Ni que decir tiene que si tenemos, como existen en el mercado, una tarjeta que nos permite aplazamientos de hasta tres meses sin intereses, utilizar estos aplazamientos es interesante siempre que lo hagamos teniendo claro que vamos a amortizar sin problemas los aplazamientos.

Ahora bien, cuando entran en juego la aplicación de intereses, el comportamiento de las tarjetas cambia de manera radical.

Es cierto que podemos encontrar tarjetas con intereses más ajustados por debajo del 15%, pero, no es menos cierto que otra parte significativa, de hecho la mayor, de la oferta de tarjetas aplican intereses por encima del 20% a los aplazamientos, y en algunos casos por encima del 25%.

Esto significa, como puedes entender, que realmente estamos ante un modelo en el que la financiación es cara, lo cual te lleva al primer punto de este apartado: resulta básico conocer tu tarjeta, no sólo desde el punto de vista del aplazamiento y sus condiciones, también de los intereses que van a aplicarte.

La pequeña trampilla de los aplazamientos con tarjeta

Realmente no es una trampa, quien tiene una tarjeta que le permita hacer un aplazamiento de hasta 60 meses es consciente, o debería ser consciente, que los intereses van a acabar casi por duplicar el coste de la financiación.

Así que más que de trampilla, deberíamos hablar de gancho. El gancho es obviamente el poder aplazar a un largo periodo de tiempo una compra o servicio determinado. Esto permite que, por ejemplo, podamos asumir solamente con el crédito de la tarjeta un importe que no podemos asumir de otro modo, y además, rebajando las cuotas y alargando los plazos, afectar teóricamente poco a nuestra tarjeta, con una cuota por ejemplo de 50 € mensuales.

Hasta aquí lo bonito del asunto, a partir de aquí la aplicación de intereses sobre 72 mensualidades, a un interés medio del 20%, va a suponer abonar bastante más de lo que ha costado la compra aplazada.

Es cierto, y también debemos tenerlo en cuenta, que los porcentajes mínimos a los que podemos acogernos a la hora de aplazar una compra, es decir la cantidad mínima que podemos pagar, viene delimitada o bien a partir de tantos por cientos prefijados o, también, a partir de una cantidad concreta. Esto hace que los escenarios sean distintos, junto también al hecho de que a medida que reducimos el importe de la financiación obviamente los intereses también van reduciéndose.

En cualquier caso lo que debemos tener claro siempre es que un aplazamiento que implica la aplicación de intereses a mayor plazo y menor cuota teórica supone un mayor coste de lo aplazado.

Es cierto que, hoy en día, existen tarjetas que incluso devolver una parte del importe de las compras independientemente de si estas están financiadas a plazo o abonadas de manera inmediata. También es cierto que existen como hemos visto otras tarjetas que no aplican intereses durante determinados periodos de tiempo. Salvando estas circunstancias, y en todo caso aprovechándonos de ellas, la mejor recomendación es procurar aplicar lo menos posible el aplazamiento de pagos siempre que éste conlleve una tasa de interés, y, en todo caso, optar por buscar aquellas tarjetas que menor interés apliquen a esta financiación.

Aplazamiento de compra en tarjetas de fidelización

Las que denominamos tarjetas de fidelización responden realmente criterios diferentes, es decir no sólo son un modelo concreto de tarjetas. Generalmente son plásticos emitidos por entidades comerciales, que, aún mantienen características de tarjeta de crédito, aunque no en todos los casos, y los permiten determinadas cooperativas financieras. Algunas al estilo de una tarjeta usual.

Hoy en día existe un buen número de estas tarjetas de fidelización, aunque tal vez las más conocidas serían las siguientes: