En un mundo cada vez más tecnológico, los modelos de pago se están modernizando a pasos agigantados. Ya en plena pandemia, los pagos en tarjeta superaron a los pagos en metálico, pero incluso, tras comenzar a salir de la pandemia, el aumento de los pagos con tarjeta está siendo notable.
En este contexto, es normal que nuestros hijos se adapten a los nuevos métodos de pago. Sin embargo, el uso de las tarjetas sigue siendo un modelo sensible de pago, que, no siempre estamos dispuestos a propiciar sin ciertas condiciones de seguridad.
Sin embargo, existen modelos muy interesantes, que se pueden utilizar de manera amplia y que, además, van ayudar a los jóvenes a comprender mejor el manejo de sus propias finanzas.
¿Cuáles son las mejores tarjetas para tus hijos?
Pues sin duda las mejores tarjetas son las de prepago. Vamos a tratar de explicar los motivos.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que es una tarjeta prepago. Una tarjeta prepago es una tarjeta de débito, pero sólo funciona contra el saldo que se carga previamente.
Pongamos un ejemplo. Solicitamos una tarjeta prepago asociada a una cuenta. Esta tarjeta, mientras no autorizamos la carga de saldo, permanece a cero, es decir, no se puede utilizar, no dispone de saldo y no permite pagar comprar, ni realizar ninguna operación.
Una vez autorizada la carga de saldo, la tarjeta se encontrará operativa y su límite será la cantidad de saldo cargado. Por ejemplo, si hemos cargado 50 € la tarjeta no podrá extraer, comprar o utilizar más de esos 50 €.
Las ventajas son evidentes. En primer lugar, porque siempre se mantiene el control sobre el gasto, al limitar las posibilidades de gasto a la carga, no es posible utilizar crédito, ni tampoco utilizar el saldo disponible en cuenta.
El segundo lugar, esta misma característica de funcionan sólo contra el saldo cargado, la convierte en un modelo muy seguro de tarjeta. Incluso en caso de robo no es posible utilizarla más que contra el saldo disponible, y en ningún caso se podrá utilizar contra la cuenta asociada, por lo que se diferencia de otras tarjetas de débito en las que, por ejemplo, con la clave de la tarjeta si sería posible acceder al saldo de la cuenta.
Por qué son interesantes para los jóvenes
Las tarjetas prepago son interesantes porque permiten que el joven maneje la administración de las cantidades de las que dispone. No va a disponer de más dinero del que contiene el saldo precargado, esto es un buen aliado en la educación financiera.
Pero, además, ofrecen unos niveles de seguridad complementaria lo suficientemente interesantes como para que sea un producto adecuado incluso para adolescentes, ya que, en caso de pérdida, robo o extravío, no suponen un problema igual de grave que lo que supondría una tarjeta de crédito, o incluso una tarjeta de débito convencional.
Por otro lado, no se debe olvidar que, en cualquier caso, hablamos de una tarjeta perfectamente funcional, es decir, aunque existen tarjetas prepago virtuales no físicas, también existen tarjetas prepago físicas que permiten operar exactamente igual que una tarjeta de débito, sacar dinero de cajeros, realizar pagos en TPV u online, etc.