A día de hoy, la tecnología se ha convertido en una herramienta indispensable en nuestro día a día. Somos capaces de hacer compras habituales a través de nuestro smartphone, así como controlar nuestra cuenta bancaria, realizar pagos, controlar nuestra salud, y mantener contacto diario con nuestros amigos y seres queridos a través de las redes sociales, entre muchas otras cosas.
No obstante, muchas veces no somos conscientes de hasta qué punto nos hemos vuelto dependientes de las herramientas tecnológicas. Los expertos opinan que, sin duda alguna, la tecnología ha sido clave durante los meses de confinamiento, y que por tanto se ha provocado una aceleración en los procesos de digitalización.
Nuevas tecnologías de pago frente a tarjetas de crédito
Debemos recordar que durante el confinamiento, hacíamos uso de los ordenadores para teletrabajar o buscar nuevas ofertas de empleo, compramos ropa, comida y otro tipo de productos por medio de nuestro teléfono móvil, así como nos manteníamos en llamada por tiempo real con nuestros familiares.
Y no solamente nos hemos vuelto mucho más dependientes de nuestros móviles durante el confinamiento, sino también después. La nueva normalidad ha traído consigo la supresión de las cartas o menús físicos en bares y restaurantes, sustituyendo estas por la versión tecnológica a través de códigos QR ubicados en mesas y sillas. Se trata de una medida de prevención de contagios.
Todas estas medidas hacen de nuestra experiencia en estos lugares mucho más segura gracias a la tecnología. Hay expertos que incluso creen que hasta las propias tiendas van a sufrir un cambio importante, llegando a convertirse en espacios de mayor tamaño para prevenir contagios y poder mantener la distancia de seguridad. No serán un almacén sino un showroom, es decir, un sitio donde conocer el producto y vivir experiencias.
Desde luego, es totalmente innegable que la llegada de la pandemia a nuestro país ha traído consigo una gran cantidad de cambios, tanto buenos como malos, teniendo que adaptarnos de la mejor manera posible ante la adversidad. Otro de los cambios a los que nos hemos tenido que adaptar ha sido el intercambio de pago en efectivo con dinero virtual por medio de las tarjetas de crédito o débito, y de los pagos mediante nuestro smartphone.
De esta manera, cada vez tenemos menos acceso a puntos de disposición de efectivo, e incluso tenemos menos tarjetas de crédito, dando un mayor uso a las de débito. Ya no resulta ninguna locura imaginar un futuro donde el dinero en efectivo deje de existir, aunque para ello aún queda tiempo. Respecto a este tema, los expertos opinan que es probable que las monedas y billetes vayan desapareciendo, además es una voluntad declarada de los gobiernos.
En un futuro no muy lejano todo se pagará con el móvil, con la tarjeta o cualquier otro dispositivo que se invente. La gran lucha va a ser si el dinero está en poder de los estados o si las grandes corporaciones empiezan a ser competencia.