El volumen de operaciones de compra con tarjetas de crédito aumentado de manera espectacular en los últimos años. Obviamente las compras por internet han influido en este hecho. Sin embargo, hay cuestiones que no siempre tenemos muy claras sobre las compras con tarjeta. La posibilidad de anulación de una compra y devolución del importe abonado es una de ellas.
Y es que el uso de las tarjetas bancarias, cada vez más extendido, sigue teniendo algunos claroscuros en cuanto a la comprensión de sus características por parte del usuario. En cualquier caso, ya lo adelantamos, realizar estas anulaciones y obtener la devolución de los importes abonados es posible, aunque con matices en algún caso.
Del mismo modo que cada vez compramos más con tarjetas de crédito, cada vez se realizan más devoluciones relacionadas con este método de pago. Razones obviamente hay muchas, desde problemas con el producto o servicio abonado hasta, simplemente, de ser una devolución por arrepentirse de la compra.
En general, prácticamente en todos los casos, si se realiza bien la devolución será posible.
¿Cómo cancelar una compra con la tarjeta de crédito y obtener su devolución?
Como decíamos anteriormente las devoluciones de compras realizadas con tarjetas de crédito son cada vez más frecuentes. Lógicamente esto tiene que ver con el enorme uso que hacemos del dinero de plástico, y, con la presencia de Internet como fuente de compras donde las tarjetas son el método de pago más extendido.
Realmente la anulación de una compra y la recuperación del dinero abonado deberían obtenerse a través de la misma tarjeta con la que se realizó el pago sin llegar a utilizar ningún otro canal o producto bancario.
En primer lugar, para posteriormente recuperar el dinero, debemos notificar la cancelación de la operación a quien sea el proveedor de la tarjeta. Debemos tener en cuenta que cuanto más tarde realicemos este trámite más problemas podemos encontrar a la hora de obtener la devolución. Por lo tanto, primera fase de comunicación con nuestro proveedor y solicitud de devolución de los importes justificada en la anulación de la compra.
Cuando la compra se ha realizado en una tienda, generalmente va a ser suficiente que volvamos a dicha tienda y solicitemos la anulación de la operación, y, si está en su mano el reintegro del dinero. En caso de no obtener este, es cuando debemos enviar una solicitud al emisor de nuestra tarjeta sobre la operación que hemos realizado, y solicitar la anulación y la devolución del importe. Esta solicitud debe enviarse al comercio donde se ha realizado la compra, sino hemos presentado y al emisor de la tarjeta. Ojo, necesitamos en ambos casos la comprobación de la población de que si no siempre se pueden realizar el reintegro.
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Cuando la compra se ha realizado a través de Internet la operativa de anulación de una compra debería ser igual de fácil. De hecho, a través del tiempo de prueba de los artículos es posible realizar una devolución con cualquier tipo de incidencia y anular la operación. Generalmente este tiempo de prueba dura una semana tras la cual resulta más compleja la devolución.
Todo esto puede llegar a complicarse cuando surgen problemas entre el comerciante y el cliente por un pago, reclamación y solicitud de devolución. Cuando existen estos litigios realmente será el emisor de la tarjeta quien tome la decisión relativa a la devolución. Esto significa que incluso esta solución podrá ir contra los intereses del propietario de la tarjeta.
Devolución de cargos en la tarjeta de crédito
Del mismo modo que podemos solicitar a nuestra entidad financiera la devolución de un recibo podemos solicitar la devolución de un cargo realizado contra nuestra tarjeta de crédito.
Los cargos indebidos en las tarjetas de crédito son sin duda uno de los motivos de solicitud de anulación de una operación y devolución de los importes. En muchos casos estos cargos vienen dados por acciones que rozan la legalidad, relacionadas con el uso de Internet.
Una buena muestra de ello es cuando se solicita proporcionar un número de tarjeta para acceder de manera gratuita a un servicio durante un periodo determinado de tiempo. La letra pequeña puede contener un mensaje en el que se nos advierte que si no solicitamos exprofeso no recibir el cobro del servicio, a partir del fin de la gratuidad este servicio será cargado de nuestra tarjeta. Obviamente estos casos la letra es muy pequeña, y la solicitud de no continuidad del servicio no es sencilla de realizar. Para cuando nos damos cuenta es probable que hayamos sufrido uno o dos cargos en la tarjeta.
Este es sólo un ejemplo, pero obviamente hay más. El primer paso para solucionar este problema sería contactar con el emisor del coro y solicitar la anulación del mismo y la devolución del importe cobrado. Cuando esto no es posible, en una segunda fase, debemos comunicar a la entidad financiera emisora de la tarjeta la situación y solicitar la anulación del pago. Este es un proceso más lento, pero igual de eficaz ya que estas devoluciones son perfectamente viables, aunque no tan rápidas ni tan sencillas como la devolución de un cargo indebido en cuenta.
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Tarjetas virtuales y seguridad en las compras por internet
Una de las mejores herramientas para las compras por internet es la tarjeta virtual. Se trata de una tarjeta prepago en la que podemos realizar cargas de dinero para las compras, y que aporta beneficios interesantes a tener en cuenta frente a otras opciones.
En primer lugar las tarjetas virtuales no funcionan con crédito, es decir, sólo el dinero que hayamos depositado previamente será el que dispongamos para realizar las compras. Esto nos permite una doble vía de seguridad. Por un lado estas tarjetas no contribuyen al sobreendeudamiento, ya que no gastamos en ningún caso dinero que no tenemos, y no solicitamos dinero a crédito. Por otro lado al permitir realizar cargas y descargas de dinero a voluntad, podemos controlar mucho más el volumen de gasto y de compra que realizamos.
Tampoco hay que olvidar que estas tarjetas virtuales pueden cargarse y descargarse al instante. Esto significa que podemos perfectamente utilizarlas cuando necesitemos y dejarlas descargadas posteriormente, evitando de este modo cargos indebidos inesperados.
Desde el punto de vista de la practicidad, generalmente se trata de tarjetas que se presentan en el mismo formato que las tarjetas de crédito o débito tradicionales, sólo que no presenta banda magnética ni chips ya que no pueden utilizarse en los terminales de pago con tarjeta física. Tampoco sirven para operar en cajeros, ni pagos presenciales. Las tarjetas ni se envían físicamente, simplemente se proporciona al usuario un número de tarjeta junto a la fecha de caducidad y un número de control, con los cuales ya puede operar de manera sencilla y segura.
Me ha parecido uno de los inventos más útiles para fiabilizar las compras por internet