Es indudable que cada vez comparamos más a través de Internet. La curva de crecimiento de las compras por Internet en España es muy interesante ya que refleja un cambio de mentalidad frente a tan sólo hace cinco años, un cambio en el que cada vez confiamos más en estas compras.
En cualquier caso, esto no puede ocultar que seguimos comparativamente muy por debajo de la media del compras que se da en otros países de nuestro entorno, uno de los motivos fundamentales, junto al miedo al fraude en general, es las grandes dudas que tenemos sobre los pagos y, entre ellas, concretamente, sobre qué tipo de tarjetas de credito serían mejor de elegir esta modalidad de pago.
¿Conoces los peligros que corre tu tarjeta de crédito? en este post te los mostramos
Es evidente que existen muchas maneras de poder pagar las compras a través de Internet, aunque en este post nos vamos a centrar realmente en el pago con tarjetas ya que, no sólo es uno de los más habituales, sino también de los que genera mayor nivel de dudas tanto sobre los rasgos generales en lo que seguridad se refiere, como en el tipo de producto a elegir para realizar estos pagos.
Tarjetas y otros métodos de pago para las compras online
Hasta hace tan sólo unos pocos años realmente podemos hablar de un cierto desconocimiento generalizado sobre las posibilidades de los mecanismos de pago en internet, e incluso más allá sobre las garantías de seguridad que estos métodos proporcionaban. Hoy en día realmente las posibilidades de pago son mucho más conocidas, en general la información sobre la seguridad se encuentra mucho más extendida y aún así, proporcionalmente, seguimos utilizando las tarjetas de crédito como uno de los métodos de pago más extendidos.
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La razón básica, independientemente de lo apoyada que se encuentren otras motivaciones, es la comodidad y el conocimiento del uso del sistema. Técnicamente resulta mucho más sencillo un abono con tarjeta sin más complicación que los datos a proporcionar habituales, que el utilizar otros métodos de pago que requieren de otras cuestiones previas como registros, etc.
Obviamente lo anterior es una tendencia que con la incorporación de las generaciones nativas de Internet al acceso ampliado los mercados se va modificando, por tanto, a medio plazo es una tendencia que probablemente iguale más aún entre sí los diferentes métodos de pago, aunque, lo que resulta evidente es que salvo sorpresa mayúscula o avance tecnológico espectacular, las tarjetas van a seguir siendo un elemento de pago a través de Internet de los más utilizados.
Por qué no todas las tarjetas son iguales a la hora de comprar por internet
Esta es una cuestión básica que sin embargo no queda clara para todo el mundo. Podríamos poner un ejemplo muy claro aplicado a otra posibilidad de las tarjetas; si disponemos de una tarjeta de débito que no acarrea coste alguno por la disposición en metálico contra nuestra cuenta corriente y una tarjeta de crédito que sí acarrea coste por la disposición en metálico contra nuestro crédito parece lógico que, disponiendo de saldo, utilizaremos la primera de las tarjetas, del mismo modo si tenemos dos tarjetas y una de ellas acumula la posibilidad de un 4% de descuento al repostar combustible, al pagar el repostaje utilizaremos la tarjeta que más nos beneficia.
Lo anterior que puede parecer de perogrullo, viene a cuento ya que aún no queda muy claro para muchas personas que existen productos específicos mucho más adecuados que otros para afrontar determinadas cuestiones, y el pago a través de Internet con tarjeta es uno de estos.
Las opciones más claras en este sentido sería la del uso bien de tarjetas específicamente generadas para el pago través de Internet, como por ejemplo las tarjetas virtuales, o, el uso de tarjetas comunes de crédito (también podríamos incluir las tarjetas de débito) a las que además de sus funcionalidades habituales diéramos también el carácter de método de pago por Internet.
- Pros y contras de la tarjeta de crédito: el principal elemento de valor que determina el uso de la tarjeta de crédito, suele ser precisamente la posibilidad de crédito, y, sin embargo no debiera ser así. Realmente el uso de la tarjeta de crédito se justificaría mejor en un modelo de pago al que estamos habituados y, que se supone, controlamos dentro del conjunto de gastos de nuestra economía doméstica, sin embargo, el riesgo que supone la compra a crédito es evidente, aumentar los niveles de endeudamiento y realizar compras que tal vez no pudiéramos permitir si no fuera a crédito, es decir compras no estrictamente necesarios. Por otro lado, debemos recordar que aunque efectivamente los niveles de seguridad han mejorado de manera ostensible en el pago con tarjeta, estamos comprometiendo una tarjeta de uso cotidiano y directamente enlazada con nuestras cuentas (además del crédito) es decir estamos asumiendo un nivel de exposición elevado.
- Pros y contras de las tarjetas virtuales: las tarjetas virtuales, independientemente del formato en el que se nos ofrezcan, vienen a resultar ser unos productos precisamente concebidos para el pago a través de Internet. El modelo más habitual se basa en un sistema de prepago en el cual las cargas de dinero deben ser autorizadas (a través de sistemas de control proporcionados por la propia entidad) generando este modo un doble nivel de seguridad en el pago. Desde el punto de vista del aprovechamiento del gasto se trata de un producto que nos obliga debido a la necesidad de la recarga, a meditar mas una compra que una tarjeta de crédito que automáticamente nos concede la posibilidad de compra financiada.
Dentro del segundo grupo debemos tener en cuenta la opción de la tarjeta prepago; con las mismas funcionalidad y sistema de uso que la tarjeta virtual, la diferencia básica es la posibilidad de las primeras para realizar también pagos offline ya que a este efecto se comporta como una tarjeta de débito aunque con la limitación de utilizar solo el disponible previamente cargado y no poder acceder al saldo de la cuenta asociada.
En medio de estas dos propuestas, que representarían los dos grandes grupos existentes, es cierto que podemos encontrar opciones combinadas, pero, realmente, con estos dos grupos contemplamos las diferencias más evidentes entre un modelo y otro a la hora de pagar en internet.
Conclusiones sobre el uso de las tarjetas para las compras online
Aunque se trata de una decisión personal, y por tanto del mismo modo que el modelo de uso general de los productos financieros, la influencia de cuestiones como las costumbres y los sistemas habituales de pago van a ser determinantes, es cierto que la balanza en la elección de una tarjeta adecuada para el pago través de Internet se inclina por las tarjetas virtuales extendiéndose en todo caso a las denominadas tarjetas prepago (en muchas ocasiones son el mismo servicio).
Los motivos básicos por los que estas tarjetas resultan más adecuadas serían los siguientes:
- Mayores niveles de seguridad ya que la tarjeta no dispone de crédito y necesita de autorizaciones expresas para su recarga
- Mayor control del gasto ante la ausencia inicial de crédito y la necesidad de reflexionar la compra dando un paso más que con otras tarjetas (la recarga)
- Ausencia de costes de contratación o comisiones