Las tarjetas de crédito son probablemente uno de los productos financieros más utilizados en el día a día. Solemos tener claras las condiciones financieras de estos productos, sin embargo, no siempre tenemos tan claros los seguros que traen asociados.
Las tarjetas de crédito son un producto financiero con una alta presencia de seguros asociados, seguros de todo tipo que van evolucionando desde los más básicos, como puede ser los seguros de protección de comprar, hasta coberturas complejas para tarjetas de alta gama.
Ni que decir tiene que para las finanzas personales estos seguros pueden ser determinantes ante situaciones concretas, por ejemplo, el seguro de protección de compras puede marcar la diferencia entre un reembolso o recuperación de dinero abonado en caso una compra fraudulenta, realizada o, simplemente, perder el dinero.
Tarjetas de crédito y seguros
El uso de las tarjetas de credito en nuestro país está tremendamente extendido, de hecho, somos un país que utiliza más tarjetas de media por persona de las necesarias. Si la recomendación es no poseer mucho más de una tarjeta de crédito, una de crédito y una virtual para pagos por Internet, lo cierto es que las carteras de los españoles se llenan de tarjetas que en muchos casos no utilizamos o infrautilizamos.
En nuestro país son cerca de 50 millones las unidades de tarjetas de crédito expedidas y no menos de 25 millones de tarjetas de débito, sin contar tarjetas virtuales o prepago. Evidentemente se trata de un volumen de productos financieros lo suficientemente grande como para que la seguridad de sus operativas sea relevante. Y es que, si la seguridad tecnológica en las tarjetas ha ido evolucionando y mejorando con el paso de los años, la asociación de seguros al dinero de plástico también es una constante a tener en cuenta.
Curiosamente, solemos fijarnos en las ventajas de las tarjetas asociadas a su capacidad de aplazamiento del pago, de reducción de costes en la retirada de metálico, o en las bonificaciones y descuentos que su uso puede traernos. Y, decimos curiosamente porque, probablemente los seguros gratuitos y asociados son una ventaja tan interesante o más a la que muchos casos renunciamos por desconocimiento, o simplemente no somos conscientes de ser titulares de tales seguros.
De hecho, la gran mayoría de usuarios desconocemos los seguros asociados a nuestra tarjeta de crédito, si es que los tiene, lo que cubren, lo que nos ahorramos en duplicidad de seguros, etcétera.
En definitiva podemos afirmar que una parte importante de los poseedores de tarjetas de crédito están asegurados con seguros que desconocen, es decir, tienen coberturas útiles que no saben que poseen.
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Los seguros de protección de compras
Más adelante repasaremos de manera breve. Los seguros habitualmente asociados a las tarjetas de crédito, pero, en este caso nos vamos a detener en los denominados seguros de protección de pago o de protección de compra.
Es importante comenzar diciendo que estos seguros no son siempre iguales, es decir, podemos encontrarlos bajo diferentes denominaciones e incluso con diferentes alcances en cuanto a sus coberturas.
Desde un punto de vista general se trata de seguros ligados al uso de la tarjeta concreta a la que se encuentran asociados. Estos seguros pueden llegar a ofrecer protección contra el robo o el daño accidental de aquellos bienes u objetos que hemos adquirido a través de la tarjeta. Sobre el papel esto plantea un escenario casi idílico en el que, por ejemplo, si ocurre una contingencia con una contratación realizada podemos reclamarla al seguro de la tarjeta si hemos realizado dicha compra a través de ella. Sin embargo, las restricciones de estos seguros para acceder a las indemnizaciones son elevadas.
Tres de las condiciones básicas, que vas a encontrar en prácticamente todos los seguros de protección de compras asociados a tarjetas de crédito son las siguientes:
- Pago total con la tarjeta asociada al seguro: esta es una condición imprescindible, aunque pueden existir algunas excepciones en las que se contemple el pago parcial, generalmente para poder realizar una reclamación sobre una adquisición se tiene que haber realizado la compra total a través de la tarjeta asociada al seguro. Si se realiza un pago parcial y se quiere reclamar sobre dicho pago hay que tener en cuenta que la reclamación no será sobre el total de la compra sino sobre lo abonado a través de la tarjeta.
- Respetar los tiempos de reclamación de las condiciones particulares del seguro: esta es otra condición básica y lógica en la que la aseguradora nos exige un período mínimo para comunicar la contingencia. Este periodo suele ser elevado, es decir, puede ir entre los dos meses y los tres meses desde realizada la compra, pero, no siempre es así y por tanto resulta obligatorio conocer esta particularidad del seguro antes de hacer la reclamación.
- Solo robo casi nunca hurto: como ocurre con otro tipo de seguros la semántica es muy importante. En este caso la mayoría de los seguros de protección de compras se activarán ante un robo, pero no lo harán ante un hurto. La diferencia es que se considera robo aquel en el que se ha ejercido intimidación y violencia, es decir si nos atracan, pero no se considera robo cuando nos han quitado el objeto al descuido, por ejemplo extrayéndolo del bolso, de nuestra cartera, etcétera. El robo de vehículos en este caso puede llevar a controversias sobre todo cuando se ejerce la violencia para forzar el vehículo, ya que aunque se puede considerar hurto los desperfectos ocasionados y la violencia empleada pueden servir de punto de reclamación en algunos casos, ojo no en todos.
Que hay que tener en cuenta de nuestro seguro de protección de compras
En el contrato particular de tarjeta de crédito se debe incluir las condiciones particulares de los seguros asociados. Como ya hemos insistido anteriormente, no siempre nos fijamos en dichos seguros y mucho menos en sus condiciones particulares, esto es en cualquier caso lo primero que deberíamos tener en cuenta sobre un seguro de protección de compras asociado a nuestra tarjeta:
- Cuáles son las situaciones y contingencias que el seguro cubre y cuáles las exclusiones que nos propone.
- Qué tipo de bienes son los que en seguro es capaz de cubrir.
- Cuáles son los periodos mínimos de reclamación y cual el periodo máximo en el que podemos reclamar una contingencia.
- Las posibles franquicias que el seguro presente, es decir, aquellos importes mínimos a partir de los cuales la compañía nos abonará la indemnización. Por ejemplo, una franquicia de 100 € en un teléfono móvil significa que la compañía nos abonará la diferencia desde los 100 € hasta el valor pactado, siendo nosotros responsables de sus primeros 100 €.
- Los importes mínimos y máximos de las coberturas así como las cuantías máximas de las posibles indemnizaciones. Recuerda que no siempre van a coincidir, en algunos casos las indemnizaciones máximas serán porcentajes estipulados sobre la cuantía final de la adquisición.
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Coberturas añadidas o coberturas extra de los seguros de protección de compras
En algunos casos los seguros de protección de compra proponen coberturas añadidas o coberturas extra. Estas coberturas o bien aparecen como ventaja particular del seguro, o se puede contratar adicionalmente.
Las más habituales serían las siguientes:
- Reembolso o sustitución de los productos adquiridos por Internet que no son recibidos, que son defectuosos o que no coincidan con los objetos abonados. En este caso hay que vigilar si la pasarela de pago o la propia tienda online donde hemos realizado la compra no propone un sistema de protección de compras similar, ya que la duplicidad en la cobertura no sería admitida por el seguro.
- Extensión de la garantía del fabricante: las extensiones de garantía se están convirtiendo en un negocio en sí mismo dentro de la industria aseguradora en relación a los dispositivos tecnológicos. Antes de contratar de manera independiente una extensión de garantía al comprar un dispositivo es importante revisar si el seguro de nuestra tarjeta ofrece tal posibilidad. La extensión de garantía lo que hace es aumentar el periodo de garantía original del producto adquirido, eso sí, solo sobre aquellas condiciones y tipologías de producto admitidas en la póliza
Por supuesto existen otras opciones como por ejemplo la posibilidad de obtener devoluciones de la diferencia entre un precio menor y mayor en la misma compra, muy infrecuente y más asociada a las propias pasarelas de pago o tiendas online, u otro tipo de bonificaciones y ventajas añadidas. En cualquier caso, como siempre, lo que corresponde revisar a fondo las condiciones propuestas en el contrato de seguro.
Dónde encontrar el seguro de protección de compras
Lo primero que hay que indicar es que no todas las tarjetas de crédito, ni mucho menos, llevan asociados estos seguros. Más allá, ni siquiera todas las tarjetas que propone un seguro de protección de compra van a proponer el mismo tipo y modelo de seguro.
En función de cada banco, compañía aseguradora y tipo de tarjeta, se nos propondrán diferentes opciones asociadas que, a mayor nivel de tarjeta en cuanto producto financiero, mayores coberturas y seguros asociados presentará.
Sin embargo, resulta muy útil consultar con la entidad financiera todas estas condiciones particulares de nuestra tarjeta antes de contratarla ya que, como vemos, puede resultar verdaderamente interesantes y marcar la diferencia ante otras tarjetas que no presenten seguros y que tengan costes parecidos.