Sentencia para la devolución de 39.000 euros de una tarjeta revolving a Wizink

No son pocos los casos en los que un usuario acaba pagando injustamente unos precios o deudas desorbitados, sin ser consciente de que puede recurrir a la justicia para solucionar su problema. Por esta razón es extremadamente importante que nos informemos sobre nuestros derechos y obligaciones como clientes de una entidad bancaria. 

USAR BIEN TARJETAS DE CREDITO

Actualmente, nos encontramos con el caso de un usuario que llevaba más de dos décadas pagando una deuda que no le correspondía. Dicha deuda se encontraba vinculada al contrato de una tarjeta revolving, perteneciente a la entidad Barclaycard, que actualmente es Wizink.

La sentencia ha sido favorable para el usuario, y se ha calculado que en total, Francisco López ha tenido que abonar 39.613,17 euros en concepto de intereses desde el año 1999, cuando firmó el contrato de dicha tarjeta.

Además, para esta sentencia, el juez ha tenido en cuenta el fallo dado por el Tribunal Supremo a principios del pasado mes de marzo, cuando se consideró que el usuario había estado pagando un interés del 27,4% por una tarjeta de crédito revolving. De hecho, esta sentencia se produjo a raíz de la desestimación de un recurso que la propia entidad bancaria interpuso.

La defensa del usuario demandante, explica que cesó en el uso de esta tarjeta en el momento en que esta alcanzó una deuda de 10.000 euros. No obstante, los intereses continuaron aumentando, hasta que finalmente el cliente decidió recurrir a la justicia para poner fin a este asunto, en marzo del pasado año.

No se trata, ni mucho menos, del primer usuario afectado por este tipo de tarjetas. A día de hoy, son casi 3.000 afectados los que se han sumado a denunciar su injusta situación en relación a las tarjetas revolving.

Una tarjeta revolving es un tipo de plástico que da la oportunidad a sus usuarios de realizar cualquier tipo de pago, a pesar de que no dispongan de fondos suficientes en la cuenta que se encuentra asociada. Es decir, su función es parecida a la de una tarjeta de crédito, sólo que en este caso el usuario puede elegir si aplaza o no el pago de la devolución del dinero, sin tener que cumplir con una fecha de liquidación.

A priori, podemos pensar que las tarjetas revolving son un producto bastante beneficioso para el usuario, pero lo cierto es que, por lo general, disponen de unos intereses demasiado elevados. Esto desemboca, casi de manera inevitable, en el endeudamiento del usuario, especialmente si éste no se ha informado lo suficiente sobre las consecuencias que puede tener dar uso a este tipo de tarjetas.

Existen dos formas de pago si utilizamos las tarjetas revolving. La primera de ellas, es la opción de pago en porcentaje, que se basa en abonar un porcentaje de tu saldo deudor de manera mensual. Por norma general, suele aplicarse un porcentaje de entre el 5 o el 25%. La otra opción, es realizar el pago de manera fija, por lo cual habrá una cuota con la que cumplir periódicamente.