En los últimos años los costes y gastos relacionados con las tarjetas bancarias se han reducido de manera importante. Sin embargo, las llamadas tarjetas gratuitas no siempre resultan ser lo que parece. Vamos a repasar las principales claves sobre las tarjetas gratuitas.
De entrada hay que tener en cuenta que no vamos a encontrar gratuidad en los productos financieros y tampoco en las tarjetas de credito, esto es una cuestión de lógica se trata de servicios que recibimos a cambio de un coste, es decir, de una u otra manera todos los servicios financieros acabar acarreando costes al usuario y beneficios al emisor.
Las tarjetas de crédito gratuitas
A nadie le amarga un dulce dice la popular frase, y traspasando el sentido de esta frase a los productos financieros desde luego a nadie le molesta ahorrar en gastos dentro de sus productos, y por extensión en principio nadie se negaría a la eliminación de las comisiones y gastos de sus tarjetas bancarias, sin embargo, dentro de ese gran abanico de ofertas de tarjetas gratuitas, tarjetas con descuentos o tarjetas de fidelización, el usuario debe poner toda su atención en lo que contrata, ya que, a veces lo que parece puede no llegar a ser.
La gratuidad de las tarjetas en promoción de manera habitual viene a relacionarse con un período de tiempo determinado o con un grado de vinculación determinado, esto es lo primero en lo que debemos fijarnos a la hora de plantearnos contratar una tarjeta de crédito gratuita.
El primero de los casos una gratuidad exclusiva para un año, que suele ser lo habitual, puede venir acompañada o bien de unos costes importantes a partir del segundo año, o, en el mejor de los casos de una exigencia de consumo que debemos desde luego valorar si somos capaces de asumir o no, en otros casos, será un determinado grado de vinculación el que nos vaya a permitir no ver repercutidas estas comisiones después del período inicial promocional.
Debemos tener en cuenta que son pocas, realmente muy pocas, las tarjetas de crédito que se nos puedan llegar a ofrecer gratuitas sin alguna de esas dos cuestiones añadidas.
Pero hay más. En el caso de aquellas tarjetas que nos exigen un volumen de consumo determinado para su gratuidad, debemos mirar con lupa los intereses que estos productos nos van a repercutir en los abonos por adelanto, en definitiva por el uso de la tarjeta. En el fondo vamos a acceder a un producto de financiación que podemos encontrar fácilmente en muchas de sus ofertas con intereses por encima del 20%, intereses que obviamente van a superar de largo otras posibilidades de financiación bancaria como pueden ser los propios préstamos personales, créditos preconcedidos, etc.
Por tanto, desde luego, debemos buscar siempre aquellas tarjetas que nos ofrezcan una mejora en la ausencia de comisiones y gastos, pero realizar comparativas exhaustivas que nos den garantía de que estamos ante un producto que, efectivamente, nos conviene.
En este post te mostramos en que debes fijarte al contratar tarjetas de crédito
Diferentes tipos de tarjetas gratuitas
Lo primero a tener claro es que no existe un único tipo de tarjeta gratuita porque, realmente, no existe ninguna tarjeta gratuita al completo. La gratuidad de una tarjeta bancaria significaría no sólo no pagar costes de emisión o de mantenimiento nunca, también supondría no pagar comisiones algo de lo que excepto determinadas tarjetas de débito, ninguna tarjeta de crédito está exenta. Esto es importante ya que cuando analicemos una oferta de una supuesta tarjeta de crédito gratuita debemos valorar un buen número de cuestiones añadidas.
En general estas tarjetas de crédito gratuitas suelen venir acompañadas de un seguro incluido que no responde del mismo modo en todos los casos, por ejemplo, habrá algunas con un seguro de vida incorporado, otras con un seguro de vida más seguro de viaje, etcétera. El tema de los seguros en las tarjetas de crédito no es una cuestión baladí ya que, en algunos casos estos seguros pueden ser verdaderamente útiles y sustituir a otras opciones aseguradoras.
Dentro de los principales tipos de tarjeta de crédito gratuita podemos encontrar las siguientes:
- Tarjetas de crédito sin coste de emisión y sin coste de mantenimiento durante el primer año. Son muy habituales y se suelen comercializar bajo el nombre de tarjetas de crédito gratuitas aunque, a partir del primer año la tarjeta presenta un coste de mantenimiento. Este coste de mantenimiento en algunos casos puede ser eliminado simplemente con una serie de operaciones mínimas al año.
- Tarjetas de crédito sin coste de emisión y sin coste de mantenimiento durante toda su vida. Se trata generalmente de tarjetas de crédito muy orientadas a importes medios/altos y con unos tipos de interés elevados. Estas tarjetas no solicitar del cliente ni coste de emisión ni coste de mantenimiento durante toda su vida útil.
En cualquier caso todas estas tarjetas presentan elementos comunes como la aplicación de comisiones por disposición de efectivo el cajero, las comisiones por impago, y las comisiones por pago aplazado aunque este último caso depende mucho del baremo de cada tarjeta puede ser muy diferente entre sí. De este modo podemos encontrar tarjetas que no presenta ningún tipo de comisión en los pagos aplazados hasta determinados periodos de tiempo (un mes y tres meses son los plazos más habituales) pero también tarjetas que cargan comisión sobre cualquier pago aplazado.
Descubre en este artículo las principales tarjetas descuento de gasolina
Contratar tarjetas de crédito gratuitas
A la hora de contratar tarjetas de crédito gratuitas por tanto debemos valorar el conjunto de la oferta de la tarjeta, partiendo efectivamente de la gratuidad de la emisión y mantenimiento, pero analizando en detalle las comisiones y gastos así como posibles valores añadidos.
Por supuesto resulta interesante la contratación de tarjetas gratuitas o con comisiones bajas por el ahorro que nos vienen a suponer, es de tener en cuenta también que estas tarjetas en muchos casos vienen asociadas a la vinculación que la entidad nos propone a través de otros productos, por ejemplo hipotecas.
Por tanto lo primero es comprobar la ausencia de gastos y comisiones. Recordamos que una buena parte de las tarjetas que se ofrecen como gratuitas lo son en cuanto a su mantenimiento sólo durante un periodo de tiempo limitado, esto habitualmente responde a campañas promocionales de contratación en las que durante el primer año no abonaremos la comisión de mantenimiento. Hay que comprobar también si este es el caso las exigencias para, habitualmente son sencillas y se reducen al hecho de utilizar la tarjeta un número determinado de veces o por un importe determinado durante una anualidad.
El siguiente lugar debemos analizar las exigencias de vinculación si existieran. Esta vinculación suele venir dada por otros productos financieros. Un buen ejemplo de todo esto es la domiciliación de nóminas. Muchos, por no decir todos, los servicios financieros orientados a domiciliar nómina hoy en día se complementan con ofertas vinculadas en las que las tarjetas de crédito gratuitas juegan un papel importante. Aquí, como de costumbre, lo interesante es comparar los gastos y ahorro que supone acceder a la vinculación en relación a otras ofertas del mercado que no presenten tal exigencia.
Por supuesto merece la pena contratar tarjetas de crédito más baratas posible. Pero eso no significa que debamos contratar aquel producto que se nos ofrezca en primera instancia sin comparar bien sus prestaciones y la letra pequeña de la oferta.
Tarjeta Visa Oro ING |
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Tarjeta Sin Banco Sabadell |
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Ibercaja Repsol Máxima |
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Tarjetas Obsidiana Bankinter |
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Santander Box Gold |
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Tarjeta Visa Openbank |
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Tarjetas Visa DB |
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